Horizontes:
Se llaman horizontes
del suelo a una serie de niveles horizontales que se desarrollan en el interior
del mismo y que presentan diferentes caracteres de composición, textura,
adherencia, etc. El perfil del suelo es la organización vertical de todos estos
horizontes.
Clásicamente, se
distingue en los suelos completos o evolucionados tres horizontes fundamentales
que desde la superficie hacia abajo son:
Horizonte O, "Capa superficial
del horizonte A"
• Horizonte A, o zona de lavado
vertical: Es el más superficial y en él enraíza la vegetación herbácea. Su
color es generalmente oscuro por la abundancia de materia orgánica descompuesta
o humus elaborado, determinando el paso del agua arrastrándola hacia abajo, de
fragmentos de tamaño fino y de compuestos solubles.
• Horizonte B o zona de Precipitado:
Carece prácticamente de humus, por lo que su color es más claro (pardo o rojo),
en él se depositan los materiales arrastrados desde arriba, principalmente,
materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos metálicos, etc., situándose en este
nivel los encostramientos calcáreos áridos y las corazas lateríticastropicales.
• Horizonte C o subsuelo: Está
constituido por la parte más alta del material rocoso in situ, sobre el que se
apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración mecánica y la química
(la alteración química es casi inexistente ya que en las primeras etapas de
formación de un suelo no suele existir colonización orgánica), pero en él aún
puede reconocerse las características originales del mismo.
• Horizonte D, horizonte R, roca madre o
material rocoso: es el material rocoso subyacente que no ha sufrido ninguna
alteración química o física significativa. Algunos distinguen entre D, cuando
el suelo es autóctono y el horizonte representa a la roca madre, y R, cuando el
suelo es alóctono y la roca representa sólo una base física sin una relación
especial con la composición mineral del suelo que tiene encima.
Los suelos son sistemas
complejos donde ocurren una vasta gama de procesos físicos y biológicos que se
ven reflejados en la gran variedad de suelos existentes en la tierra. Son muchos los
procesos que pueden contribuir a crear un suelo particular, algunos de estos
son: la deposición eólica, sedimentación en cursos de agua, meteorización, y
deposición de material orgánico.
De un modo
simplificado puede decirse que las etapas implicadas en la formación del suelo
son las siguientes:
• Disgregación mecánica de las rocas.
• Meteorización química de los
materiales regolíticos, liberados.
Existen dos
clasificaciones para los tipos de suelo, una según su estructura y otra de
acuerdo a sus formas físicas.
a. Por funcionalidad:
Suelos arenosos: No retienen el agua, tienen muy poca materia
orgánica y no son aptos para la agricultura.
Suelos calizos: Tienen abundancia de sales calcáreas, son de color
blanco, secos y áridos, y no son buenos para la agricultura.
Suelos humíferos
(tierra negra):
Tienen abundante materia orgánica en descomposición, de color oscuro, retienen
bien el agua y son excelentes para el cultivo.
Suelos
arcillosos: Están formados
por granos finos de color amarillento y retienen el agua formando charcos. Si
se mezclan con humus pueden ser buenos para cultivar.
Suelos
pedregosos: Formados por
rocas de todos los tamaños, no retienen el agua y no son buenos para el
cultivo.
Suelos mixtos: Tiene características intermedias entre los suelos
arenosos y los suelos arcillosos.
b. Por características físicas:
Litosoles: Se considera un tipo de suelo que aparece en
escarpas y afloramientos rocosos, su espesor es menor a 10 cm y sostiene una
vegetación baja, se conoce también como leptosoles que viene del griego leptos
que significa delgado.
Cambisoles: Son suelos jóvenes con proceso inicial de
acumulación de arcilla. Se divide en vértigos, gleycos, eutrícos y crómicos.
Luvisoles: Presentan un horizonte de acumulación de arcilla con
saturación superior al 50%.
Acrisoles: Presentan un marcado horizonte de acumulación de
arcilla y bajo saturación de bases al 50%.
Gleysoles: Presentan agua en forma permanente o semipermanente
con fluctuaciones de nivel freático en los primeros 50 cm.
Fluvisoles: Son suelos jóvenes formados por depósitos fluviales,
la mayoría son ricos en calcio.
Rendzina: Presenta un horizonte de aproximadamente 50 cm de
profundidad. Es un suelo rico en materia orgánica sobre roca caliza.
Vertisoles: Son suelos arcillosos de color negro, presentan
procesos de contracción y expansión, se localizan en superficies de poca
pendiente y cercanos escurrimientos superficiales.
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